Introducción:
El
lavado gástrico es un
método que aún se utiliza en
México y otras regiones del mundo sin una evidencia que lo sustente. Se planeó un ensayo aleatorio controlado para probar la hipótesis de que la aspiración del
líquido amniótico del
estómago del
neonato reduce la
náusea y el vómito y que produce un incremento en la
tolerancia a la primera toma de
leche materna o fórmula.
Pacientes y
métodos:
Ensayo aleatorio simple
ciego realizado en un
hospital general rural en el norte de
México. Los
recién nacidos sanos elegibles fueron distribuidos de manera aleatoria para realizarles un
lavado gástrico (n = 63) o simple
observación (n = 61). Los resultados que había que evaluar fueron el porcentaje de
neonatos con vómito/
náusea en las primeras 24 h de
vida y la tasa de fracaso de
amamantamiento. Esto fue evaluado por una
enfermera de manera ciega en el grupo al que fue asignado el
recién nacido.
Resultados:
De los 63
pacientes en el grupo de
lavado gástrico, 13 presentaron al menos un episodio de
náusea o vómito, comparado con 15 de los 61 del grupo control (
riesgo relativo [RR] 0,84; intervalo de
confianza [IC] del 95 % 0,43-1,61). Siete parejas madre-
recién nacido en el grupo de
lavado gástrico no completaron una
alimentación exitosa al
seno materno, comparado con cinco en el grupo control (p = 0,8; RR 0,96; IC 95 % 0,86-1,08). Otras variables como el
sexo del
neonato o la tasa de obtención por
cesárea no tuvieron efecto sobre el resultado principal. No se comunicaron
complicaciones atribuidas al
procedimiento. Todos los
neonatos fueron dados de alta sin
complicaciones.
Conclusiones:
El
lavado o aspirado gástrico en el
recién nacido de término y sano es un
procedimiento común que debe anularse como práctica diaria en el cunero, ya que no representa ventaja alguna
Introduction:
Gastric lavage is still used in
Mexico and other countries without evidence to support this practice. We performed a randomized controlled trial to test the hypothesis that elimination of amniotic fluid from the stomach of the newborn reduces
nausea and vomiting and improves tolerance on the first feedings of breast or formula milk. Patients and
methods:
A randomized, single-blind, controlled trial was conducted in a rural general hospital in the north of
Mexico. Eligible healthy term newborns were randomly allocated to receive gastric lavage (n = 63) or observation (n = 61). The primary outcome measures were the presence of
nausea and/or
emesis in the first 24 hours of life and the breastfeeding failure rate, evaluated by a nurse blinded to the group assignment.
Results:
Of the 63 patients in the gastric lavage group, 13 had at least one episode of
nausea or vomiting compared with 15 out of 61 patients in the control group (relative risk 0.84; 95 % CI 0.43 to 1.61). Breastfeeding failure occurred in seven mother-child pairs in the gastric lavage group compared with five in the control group (P = 0.8; relative risk 0.96; 95 % CI 0.86 to 1.08). Other variables such as sex or cesarian section rate were unrelated to outcome. There were no complications that could be attributed to the procedure. All the newborn infants were discharged without problems.
Conclusions:
Gastric aspiration or lavage in the healthy full-term newborn is a common procedure that should be abandoned as it confers no advantages